Los hermanos Serdán Alatriste son personajes históricos maderistas que enfrentaron por muchos años a Porfirio Díaz y su gobierno de reelección. Con el pretexto de una revisión por posesión de armas, el jefe de la policía de ese entonces recibió un disparo en la cabeza al intentar arrestar a Aquiles; comenzó la balacera, murió Máximo, Carmen resultó herida y Aquiles logró permanecer escondido durante un día con la intención de reencontrarse con los maderistas.
En vísperas de la Revolución Mexicana, la familia Serdán de Puebla, Pue., participó activamente en labores de propaganda política, en apoyo del candidato antirreeleccionista don Francisco I. Madero. Después del fraude electoral de 1910, decidieron unirse a la revolución, que fue convocada por medio del Plan de San Luis.
La policía de la ciudad de Puebla, se enteró que existía un arsenal clandestino en el domicilio ubicado en la antigua calle de Santa Clara No. 4, casa de la familia Serdán. De inmediato se rodeó el domicilio, y se conminó a los ocupantes a rendirse y a entregarse a las autoridades. Sin embargo, los hermanos Aquiles, Máximo y Carmen Serdán, acompañados de una docena de seguidores, decidieron oponerse a las autoridades y resistieron con las armas en la mano.
Varias horas duró el tiroteo. Las autoridades enviaron a 400 soldados del Ejército Federal y a 100 policías, para aprehenderlos, pero la resistencia de los hermanos Serdán fue más de la esperada. Finalmente, la casa fue ocupada por las autoridades. Carmen, su mamá y la esposa de su hermano Aquiles, fueron remitidas a la cárcel; Máximo, junto con otros compañeros, murieron en la refriega, y Aquiles, un día después, fue encontrado y asesinado.
La primera sangre por la causa de la Revolución Mexicana ya se había derramado. El sacrificio de la familia Serdán no fue en vano. Su ejemplo sirvió para motivar, a los que aún tenían dudas de participar, en el movimiento armado regenerador que se avecinaba, y se decidieran a participar, con el anhelo de alcanzar un México mejor.