Una eternidad es lo que han tenido que esperar los aficionados del Liverpool para volver a ver a su equipo ganar una liga. Algunos nunca habrán podido presenciarlo por haberse ido antes de tiempo, para otros esta será la primera vez y muchos disfrutarán de todos los años de espera.
El Liverpool no fue víctima de una maldición como le ocurrió al Benfica con Bela Guttman, pero ha necesitado tres décadas para reinar en Inglaterra. La última vez que lo hizo fue en la temporada 1989-1990, cuando Ian Rush, Kenny Dalglish y Bruce Grobbelaar campaban por Anfield.
Desde entonces han ocurrido muchas cosas por la ciudad costera del norte de Inglaterra. La más importante probablemente ocurrió aquella misma campaña, cuando el fútbol se ensombreció ante una de las mayores tragedias de la historia. La avalancha de Hillsborough manchó la historia del club y las 96 víctimas de aquel día son un recuerdo eterno en una de las fachadas de Anfield.
Aquel hecho truncó la fortuna de Dalglish como entrenador en Liverpool y aunque muchos otros pasaron por el cargo ninguno pudo recuperar la liga. Ronnie Moran, Graeme Souness, Roy Evans, Gerard Houllier, Rafa Benítez, Roy Hodgson, Dalglish en una segunda etapa que no quedó para el recuerdo y Brendan Rodgers lo intentaron.
Algunos dejaron grandes éxitos, como Houllier con la conquista del famoso triplete de 2001, formado por la Copa de la Uefa, la Copa de la Liga y la FA Cup, y Benítez, que sumó la quinta Copa de Europa en el milagro de Estambul.
Otros como Rodgers se quedaron al borde de la gloria. Probablemente la derrota más dolorosa de todas las que han acaecido desde el título de 1990. Porque el Liverpool a lo largo de estos treinta años se ha quedado en cinco ocasiones al borde del título (1991, 2002, 2009, 2014 y 2019), pero ninguna tan dañina como la de 2014.
El equipo liderado por Steven Gerrard y Luis Suárez seguramente merecía aquella liga, que fue a parar a las garras del Manchester City, pero el resbalón del capitán ante el Chelsea, el gol de Demba Ba, la trampa de Mourinho y el descalabro ante el Crystal Palace, desperdiciando un 0-3, echó por la borda el título que Gerrard siempre mereció.
Han sido muchos los futbolistas que merecieron haberse llevado la Premier vestidos de ‘Reds’. Xabi Alonso, Pepe Reina, Javier Mascherano, Jamie Carragher, Fernando Torres, Michael Owen o Steve McManaman se quedaron sin el premio y ahora verán desde la barrera cómo Jordan Henderson, Mohamed Salah, Sadio Mané y Roberto Firmino cumplen su sueño.
Todos llevados bajo la batuta del gran responsable del cambio. El fichaje de Jürgen Klopp como entrenador ha desembocado en este título. Su estilo, su manera de tratar a las estrellas en el vestuario y la planificación de la plantilla, sin grandes gastos a excepción de los aciertos de Virgil Van Dijk y Alisson Becker, se han convertido en los pilares de un título histórico.
Comparado con el Arsenal de los invencibles, el Liverpool consiguió la liga hace muchos meses, antes de que el coronavirus golpease a la sociedad y al fútbol mundial. El título lleva amarrado prácticamente desde navidades, manteniendo una ventaja habitual de más de 20 puntos sobre el máximo perseguidor, el Manchester City.
Con este título, para el Liverpool se cierra una herida. Hace años, antes de la llegada triunfal de Alex Ferguson a Manchester, los aficionados de Anfield se burlaban de los ‘Diablos Rojos’, exhibiendo las por entonces 18 ligas, mucho más que las siete que el United poseía por entonces. «Volved cuando tengáis 18», decían los aficionados del Liverpool. Y volvieron, claro que volvieron, con 20 en el bolsón. Ahora el Pool logra la decimonovena y puede volver a alzar el pecho de orgullo.