01 ¿Cuáles son los principales miedos de los médicos ante el coronavirus?

No hay evidencia científica que establezca los principales miedos de los médicos sin embargo, existen varias investigaciones donde se presenta el miedo, la ansiedad, la depresión y el estrés/distrés como principales sintomatologías en el personal médico que atiende a personas con COVID-19. El miedo y la ansiedad son los síntomas más elevados, en segundo lugar depresión, y depende la población, varía entre estrés, insomnio y estrés postraumático.

 

02 ¿Cómo puede estar afectando esta situación su vida profesional?

Sabemos que toda la sintomatología mencionada anteriormente puede llegar a afectar al sistema inmune, lo cual les pone en mayor riesgo y este conocimiento incrementa la sintomatología por lo que se hace un ciclo vicioso. Además toda la sintomatología psico-emocional ligada al COVID-19, tiene repercusión en habilidades, concentración, motivación, estado de ánimo, memoria, entre otros. Esto puede estar afectando no solo el desempeño profesional sino también a nivel personal.

 

03 ¿Qué recomendaciones hay para calmar depresión, ansiedad, miedo y otros sentimientos que puedan interferir en su praxis?

Es importante atender la sintomatología, pueden acudir a psiquiatría y a psicoterapia, incluir a su rutina espacios de descanso y tratar de llevar una dieta saludable con ejercicio. Por supuesto, dormir bien. El sueño, se está viendo afectado y es uno de los procesos más importantes del organismo para una salud psico-emocional óptima.

 

04 ¿Es importante hablar entre colegas sobre sus temores?

Pueden ser una red de apoyo y puede ayudar a externar, sin embargo el estar constantemente hablando de ello puede ocasionar aumentar la sintomatología, idealmente sería positivo que si hay alguna consejería o terapia grupal pueda ingresar a ella para que entre todos hablen de ello y puedan recibir la contención necesaria.

 

05 ¿Qué pasa si hay sentimientos de no poder más con esta profesión?

Es posible que estos sentimientos y pensamientos estén ligados a la baja regulación emocional dictada por la sintomatología de ansiedad, depresión y posible síndrome de burn-out. Algunas técnicas que se conocen para poder hacer frente a esto: relajación del cuerpo a través de respiración y relajación muscular, poder modificar pensamientos que incrementen la amenaza y sintomatología, destruir sus recursos para afrontar los riesgos, técnicas de mindfulness. Lo más recomendable es que traten su salud mental con profesionistas certificados.

 

06 Después de esto, ¿será necesaria algún tipo de terapia?

Después y durante será importante que si la sintomatología está presente y continua durante 6 meses, no lo dejen pasar y acudan a psicoterapia y psiquiatría. La terapia farmacológica y psicoterapéutica son la mejor opción.

 

07 ¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un sistema complejo donde se incluye la interacción entre la reacción física, emocional, conductual y mental que se activa al momento de anticipar sucesos que se juzgan como muy riesgosos, además de ser percibidos como imprevisibles, incontrolables y que amenazan potencialmente la vida de la persona. La ansiedad es un mecanismo necesario y útil en todos nosotros pues nos ayuda a protegernos. Sin embargo, la ansiedad puede llegar a ser anormal y justo ahí es cuando en salud mental consideraríamos que se necesita tratar.

Sabemos que es anormal cuando existe una valoración errónea del peligro provocando un miedo incoherente con la situación, también cuando esta llega a interferir en el funcionamiento cotidiano e interfiere con la capacidad de disfrutar, trabajar, socializar, entre otros. Otro aspecto que tomamos en cuenta es que la sintomatología persiste por mucho tiempo incluso cuando el peligro no este activo, también la recurrencia en la que se piensa en el peligro, entre muchos otros aspectos.

 

08 ¿Cómo se relaciona la ansiedad con el encierro por el coronavirus?

Estamos en un momento donde existe un riesgo real, por lo que es normal que en la población haya ansiedad. El encierro es un recurso que tenemos para poder disminuir ese riesgo y atacar el miedo a enfermarnos, infectarnos o morir. Sin embargo al momento de quedarnos en casa y sentirnos en riesgo, privados de salir, de visitar a nuestras amistades y familiares, pueden llegar a generar sintomatología ansiosa por otros miedos además del riesgo real del COVID-19, o por los conflictos convivencia 24/ 7 con las mismas personas.

 

09 ¿De qué formas se puede manifestar la ansiedad durante el encierro?

La ansiedad puede manifestarse en sintomatología física (aumento del ritmo cardiaco, palpitaciones, respiración entrecortada, sensación de asfixia, mareo, sudores, nauseas, diarrea, dolor de estómago. temblores, tensión muscular , sequedad en la boca, etc.) , en pensamientos continuos ligados al COVID-19, o algún miedo que se esté activando por estar encerrados (miedo a perder el control, miedo a la muerte, miedo a enloquecer, pensamientos atemorizantes sobre el COVID-19, hipervigilancia a la amenaza, entre otros), con emociones asociadas a los pensamientos (nerviosismo , temor, inquietud, frustración , impaciencia, entre otros ).La manera de afrontar también puede ser una manera de manifestar, desde evitar señales o situaciones de amenaza , consumir sustancias, o incluso el salir y ponerse en riesgo.

 

10 ¿Qué repercusiones puede traer este padecimiento a nuestro organismo?

Puede generar repercusiones médicas orgánicas y psicológicas, por ejemplo  reacciones de hígado , cutáneas, tensión muscular , posibilidad de problemas cardiovasculares, disminución de las funciones del sistema inmune, afectaciones en el sistema digestivo , dificultades en el funcionamiento sexualidad y a nivel cerebral como alteraciones en la concentración , memoria, dan pie a estrés crónico, fatiga, entre otras . Otras personas pueden generar comenzar con sintomatología depresiva.

 

11 ¿Hay personas que son más vulnerables a la ansiedad en este tiempo de confinamiento?

Las personas con una autoestima debilitada, con algún trastorno de ansiedad o mental previamente diagnosticado, personas inmunodeprimidas, con genética de trastornos de ansiedad o alguna trastorno mental, personas que no tengan bajos recursos para afrontar esta crisis, como el quedarse sin trabajo, vivir al día, etc.

 

12 ¿Cuáles son las recomendaciones para sobrellevar esta ansiedad en familia o con las personas con que se esté en cuarentena?

Creo que es imposible dar una receta para ello, pues cada persona lo vive de manera distinta, pero puedo decir algunos puntos en general.

Normalizar la ansiedad será imprescindible, estamos en una situación de riesgo y eso conlleva a la activación normal de la ansiedad. Dialogar sobre las maneras de afrontar  el miedo que cada uno tiene y repetirlas será súper importante, el poder establecer comunicación asertiva , límites y asignación de espacios. Otra manera es poder fijarse en los recursos que tenemos a nivel individual y como familia  para hacer frente a esta situación y tomar decisiones desde los recursos y no desde la amenaza. Hacer ejercicio, tener una alimentación saludablemente balanceada, tener actividades que ayuden a relajarse, incluso el poder hacer meditaciones o relajaciones puede apoyar. Respetar espacios individuales y hacer actividades divertidas en familia puede favorecer.

 

13 ¿Qué hacer o a quien acudir si el padecimiento no se controla a pesar de llevar a cabo las recomendaciones?

Puedes acudir a una consulta en línea de psicoterapia, y si detectas junto con tu terapeuta que la ansiedad ya no es normal y está muy fuerte también el acudir a psiquiatría puede ser de gran apoyo. Así como yo hay muchos psicoterapeutas y psiquiatras que están dando terapia en línea para acompañar y apoyar en la elaboración de recursos y estrategias para afrontar este riesgo.

 

14 ¿Cómo afectaría a la vida de las personas después de la cuarentena?

Es un tema interesante y creo se harán investigaciones al respecto, pero en mi opinión puedo decir que habrá personas que logren adaptarse a retomar sus actividades, a otras les costará más, otras seguirán con sintomatología de ansiedad, depresión, estrés y tendrán que cuidar de su salud mental, otras personas podrán tomar decisiones de cambio de estilo de vida, entre muchas alternativas. También creo que tendremos que regresar y adaptar nuestro día a día a convivir con este nuevo virus que seguramente estará presente por más tiempo, y eso implicará hacer un cambio en nuestra rutina y día a día, como anteriormente se ha hecho con otros virus y enfermedades. Se me viene a la mente el H1N1, y cómo después de esa ocasión podíamos ir a distintos locales y seguían teniendo los geles antibacteriales y se convirtió en parte de nuestro día a día.