Aunque ahora es muy usual ver la sonrisa radiante de Erika Zaba y toda la felicidad que comparte con su esposo y su bebé, las cosas no siempre fueron fáciles para la integrante de OV7, pues recientemente recordó los difíciles momentos que vivió tras la muerte de sus padres, en un accidente automovilístico que cobró la vida de ambos, dejándola a ella como el sostén de su familia cuando era apenas una adolescente.

«Fue una pesadilla para mí que duró muchos meses, tuve que pasar mucho tiempo en el hospital, en terapia, en recuperación, y una vez que regresé al grupo, fue muy duro, yo regresé siendo otra. Es algo que siempre voy a agradecerles, sin su apoyo, no hubiera podido salir adelante».

La cantante contó que de la noche a mañana se tuvo que hacer responsable de sus hermanas y hasta de sus abuelitos:

«Mis papás no nos dejaron una herencia ni grandes cosas, ni mucho menos. A mi papá le iba bien era un gran abogado pero el dinero que ganaba nos lo gastábamos en viajes. Yo ya estaba en ‘La onda vaselina’ y aunque no ganamos mucho dinero, pudimos salir adelante, gracias a esto me dio para dormir tranquila y pagar comida, escuela, coches, seguros médicos, esa es la verdad».

Actualmente el grupo celebra su 31 aniversario, tenían programados shows como parte de la celebración pero tuvieron que ser reprogramados ante la situación actual por la pandemia de coronavirus.

Por su parte, Erika no se quedó de brazos cruzados ante la emergencia sanitaria y en conjunto con un grupo de sus amigos cercanos, recientemente realizó donaciones de despensa a los sectores más vulnerables, el armado de las mismas fue documentado en sus redes y aclaró que lo hacía porque otras personas habían cooperado para realizar las compras y quería que hubiera transparencia en todo el proceso.