Exhaustos, tras una jornada de trabajo de 12 horas, un grupo de trabajadores de la mina Paricutín vivieron minutos de pánico: el malacate se había atorado y por más esfuerzos que hacían, seguía trabado. “!Cristo Rey, si nos salvas te hacemos un monumento!”, gritó uno de ellos… y el malacate cedió. Este es sólo uno de muchos milagros que le son adjudicados a esta obra arquitectónica que “cuida” de Pachuca desde lo alto del cerro de Santa Apolonia.
Mide 33 metros de altura –la edad de Cristo al morir-, está construido en cantera queretana y guanajuatense y fue financiado con una colecta de varios años encabezada por el presbítero Alfonso Romero Ruiz, quien tocó puertas y corazones de los feligreses de la iglesia de San Francisco, de directivos de la Compañía Real del Monte y Pachuca, y de diversas instituciones públicas y privadas.
Apoyados por el sacerdote, la promesa de los mineros cristalizó finalmente en abril de 1996, y desde entonces visitar el Cristo Rey es parada obligada para turistas y visitantes que llegan a la capital hidalguense.
El monumento está construido en una explanada que eleva aún más la altura del conjunto arquitectónico y de la figura del cristo, de 23 metros más 10 metros más de su basamento; desde este sitio se observa una de las panorámicas más espectaculares de la ciudad de Pachuca.
Se llega al monumento a través de la “vieja” carretera Pachuca-Real del Monte –tramo de la carretera México-Tampico-, con una desviación bien señalizada y a través de a carretera asfaltada.
Lo primero que asombra al llegar a este sitio es la esbelta figura de este Cristo, que tardara unos 15 años en hacerse realizad, después de que el grupo de mineros solicitara el apoyo del religioso, en 1980.
Por la explanada del monumento corren los más pequeños, mientras los adultos se maravillan con los paisajes que se observan desde esa altura, y los jóvenes caminan por las áreas arboladas de este cerro, el segundo más alto en la zona norte de Pachuca.
Quienes acuden a este sitio pueden recorrer el monumento, para luego degustar algunos antojitos y bebidas en un pequeño restaurante ubicado en el lugar, que ofrece además servicios básicos como sanitarios y lavamanos.
No faltan los “guías de turistas” de no más de doce años, que por unas monedas relatan la historia del grupo de mineros atrapados en el malacate, además de otras historias que han ido a contar quienes se han visto favorecidos por milagros solicitados a Cristo Rey.
De paso cuentan la historia también de viejas minas y haciendas de esa zona, que forman parte de la historia minera de la región de Pachuca-Real del Monte, y cuyos restos pueden observarse desde esa altura.
El Cristo Rey de Pachuca, afirman habitantes de los barrios altos asentados en las faldas de ese cerro, les ha dado cierta tranquilidad. “Es como un padre que observa y protege a sus hijos”, comenta Evangelina Gutiérrez, de 82 años de edad, vecina de la colonia El Mirador. “Yo me siento más tranquila desde que lo construyeron; ahora que casi no salgo de la casa, por mis piernas, pero lo observo desde la ventana y elevo mis oraciones”.
Son muchos locales, también, que desde la planicie, en el centro de Pachuca, alzan la mirada hacia esa imagen, omnipresente en la vida de la población… hay quienes incluso se persignan al mirarla.
Para quienes visitan la ciudad es un sitio que permite, con solo el ulular del viento que mece las ramas de los árboles, experimentar una intensa sensación de paz.
RECURSOS
La figura se yergue majestuosa en el cerro de Santa Apolonia, pudiendo ser vista a muchos kilómetros de distancia. El Cristo Rey, “vigila y protege” a los pachuqueños.
Muchas historias de milagros se han tejido en torno al monumento a Cristo Rey, en Pachuca, visita obligada para quienes llegan a la capital hidalguense.
Con una colecta que duró casi 15 años, entre instituciones públicas y privadas, además de limosnas de los feligreses, se erigió este monumento, que se ha convertido en sitio de interés turístico.
Quienes se dirigen a los Pueblos Mágicos de Real del Monte, El Chico o Huasca, por la antigua carretera México-Tampico, pueden observar a plenitud este monumento.
El Cristo Rey de Pachuca fue proyectada por los arquitectos José Luis Lugo Vera y César Narváez Benítez, y construida con cantera queretana y guanajuatense.
Texto: Dolores Michel