El proyecto de vida que inició Regina Peredo hace más de cuatro años y que se ha desarrollado con gran esfuerzo y dedicación, sigue dando frutos y para ella es motivo de mucho orgullo el haber traído a México por primera vez la corona de Reina Hispanoamericana, certamen internacional celebrado hace unas semanas en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra , Bolivia, en el que su carisma , belleza , inteligencia y sencillez , se sobrepuso ante otras 30 representantes de países de habla hispana.
¿CÓMO HA SIDO ESTA AVENTURA?
Ha sido un gran camino, ha sido difícil, pero también muy divertido.
He crecido en todos los sentidos. Me empecé a preparar desde los 16 años con Jorge Maceda, director de Mexicana Universal Puebla. Me metí a cursos de modelaje, pasarela y proyección artística, entre otras actividades.
Me coronaron a los 19 años como Mexicana Universal Puebla y para el certamen nacional tuve un año de preparación y gané el derecho de representar a México en Bolivia en el concurso internacional de Reina Hispanoamericana y en febrero de este 2020 me coroné como Reina Hispanoamericana.
Ha valido la pena, ha sido mucho tiempo de espera, de preparación, pero al final todo esfuerzo tiene sus resultados.
¿CÓMO TE SIENTES CON ESTE TÍTULO?
Me siento muy contenta y muy orgullosa. Desde el principio dije voy no tanto por la corona, que sí es un objetivo finalmente, pero para mí el deseo principal era que todo México se uniera, que se notara el apoyo que México tiene para sus representantes y al final así fue, porque en Bolivia la porra más fuerte era la de
México, en redes sociales se leían los mensajes de aliento. Siempre mi familia, amigos, coaches y fans estuvieron respaldándome y eso para mí es lo más valioso.
¿QUÉ RESPONSABILIDADES ADQUIERES CON EL TÍTULO DE REINA HISPANOAMERICANA?
Llevar un mensaje a la sociedad de luchar por sus sueños y más que eso, yo quiero llevar un mensaje de unión, de que sin la unión, ya sea de tu familia y de todo un país, no se puede lograr nada. Y estoy abierta a escuchar las ideas de todas mis compañeras del certamen, quiero que se unan porque esta corona no sólo es mía, es de todas. Regreso a Bolivia en septiembre.
¿QUÉ ES LO QUE MÁS RESALTAS DE ESTA EXPERIENCIA?
La hermandad que tuve con todas las 30 participantes. Que pude compartir con muchas culturas y demostrar cómo es México, con personas llenas de amor y sencillez. Me hice amiga de todas, en especial de mis roomies, Filipinas y Belice, y a pesar de que todas teníamos pensamientos y metas distintas, nos unimos. Al final ganó la amistad, humildad y trabajo en equipo.
¿CÓMO EMPEZÓ TU INQUIETUD POR PARTICIPAR EN ESTE TIPO DE EVENTOS?
A mí desde chiquita me han gustado los concursos de belleza. Veía los concursos de Miss Universo y pensaba que quería estar en un concurso de belleza algún día, representando a México. A los 14 años conocí a Jorge, pero aún estaba muy pequeña para participar en un concurso. Me encantaba el medio, pero no sabía cómo entrar. Nos sentamos a hablar con mis papás y desde ese momento me empecé a preparar, aunque a los 16 años ya fue en forma y al alcanzar la mayoría de edad pude participar.
¿CUÁL ES TU SIGUIENTE PASO?
Quiero acabar mi carrera de Mercadotecnia. La puse en pausa por el concurso de Bolivia. Me quedé en cuarto semestre y quiero concluir. Más adelante me encantaría entrar a una empresa de marketing de moda e impulsar a través de estrategias de mercadotecnia a emprendedores, empresas que quieran crecer. También tengo el proyecto de una línea de ropa registrada como Regina Peredo. Traía la idea desde hace siete meses y ya la voy a lanzar la próxima semana en línea.
¿QUÉ PAPEL HA JUGADO TU FAMILIA EN TODO ESTO?
Ha sido un pilar para llegar a todas mis metas, no sólo al título de reina Hispanoamericana. A mi papá desde que le dije que quería entrar en el mundo de los concursos de belleza, me apoyó. Siempre está pendiente de cómo me siento, qué me hace falta. Mi mamá y mi hermana también son un soporte muy importante para mí. Además, tengo a mi segunda familia, que son los coaches que me han preparado en todo este camino.