Juan Carlos Valerio, director de Imagen Televisión Puebla y quien ha forjado una reconocida trayectoria en televisión, compartió que, para comunicar las noticias, hay que entenderlas, “contar esa Puebla- segura y tranquila- y la Puebla de hoy es un parteaguas, porque finalmente tú mismo tienes que entender qué es lo que nos está pasando, qué fue lo que nos ocurrió entre ese momento y este otro momento”.
Pero este trabajo de entender es como sociedad en términos generales, no es un tema nada más gubernamental es ir a “qué nos ha pasado para entrar en esta dinámica donde hoy en un familia funcional o disfuncional, tradicional o no tradicional, con una ligereza, un hombre es capaz de matar a una mujer. Así de simple. Cómo te pones a entender esa situación, más allá de momentos específicos, este es un parteaguas interesante”, detalló.
La trayectoria en medios de comunicación de Juan Carlos Valerio inició cuando él era muy chico, tenía 13 o 14 años y se cimentó a partir de una afición que como familia tenían de escuchar la radio en el México de los años 70, es un momento en que la información que se generaba se transmitía primordialmente por este medio y después llegaba a la televisión.
“Yo crecí en esa dinámica, enamorándome del medio y deseando, como niño, algún día poder trabajar en la radio. En secundaria cursé un taller de periodismo que me permitió ir a conocer las estaciones de radio de los diferentes grupos que había en Puebla. Organización Radio Oro y Grupo HR. Desde aquel momento empecé a hacer un esfuerzo porque me permitieran entrar para hacer las tareas propias de un chamaco de esa edad”, narró.
Como office boy era feliz analizando, clasificando y recortando de inmensos rollos de papel las noticias que llegaban de México a través del Telex. “Eso me permitió poco a poco volverme útil para ellos, los adultos de esa época de las estaciones de radio: operadores y periodistas. En su momento me tocó trabajar con José Luis Ibarra Mazari, Fernando Canales y Don Enrique Montero Ponce, quien termina por volverse mi maestro en esto”.
La primera oportunidad de participar al aire para El Periodista fue en 1986, se dio de manera fortuita y por esa afición de escuchar radio: “escuchaba radio de onda corta que te permitía escuchar estaciones de radio de cualquier parte del mundo y había una reunión importante entre el presidente de Estados Unidos y el presidente de la entonces Unión Soviética, donde se tenía que destrabar el tema de la Guerra Fría que vivía al mundo”.
Aquel día Juan Carlos Valerio le comentó a Don Enrique la información que él escuchaba en tiempo real, pero que aún no llegaba al país por otros medios y “en un arrebato Don Enrique me dice: entra al aire y cuéntalo”. Después de esta incursión estudió periodismo y los años siguieron pasando dándole el privilegio de ver la evolución de los medios de comunicación, pero “hago memoria y digo, no soy tan viejo, tengo 52 años”.
El brinco a televisión para el comunicador fue en 1997, después de ser operador, locutor, presentador de noticias y director de noticias, cuando llegó TV Azteca a Puebla, “tenía 13 años en radio y de edad 27. Yo quería probar algo más, me postulé a TV Azteca y me eligen. Así es como entré a aprender a hacer televisión y hasta hoy sigo aprendiendo en este medio”.
En su nueva etapa como director de Imagen Televisión Puebla y que se originó tras el termino de trabajo entre Grupo As Media y la televisora del Ajusco, Juan Carlos destaca la labor del equipo que se quedó para empezar esta historia a través de un Facebook Live tras el temblor del 19 de septiembre de 2017.
“La cuenta en cuestión de horas y de manera orgánica empezó a crecer, para finales de septiembre esa cuenta –de Juan Carlos Valerio- de tres mil seguidores ya andaba en los 100 mil. Para finales de octubre ya andaba en los 200 mil –hoy suma más de 500 mil-. Con la llegada a Imagen, hubo una migración natural y complementaria. Nunca hubo un periodo de ausencia”, añadió.
Concluye que su familia “se formó y creció conmigo a la par de mi incursión en la tele. Me casé y a los diez días entré a la tele. Crecimos en este proceso. Me apoya. Está presente. Le tocan las ausencias a las que te lleva este medio. No estar en las reuniones. Salir muy temprano, llegar muy tarde. En fin. Pero algo que a mí me sucede cuando me toca contar una historia, es que visualizo a mi familia. De alguna manera no puedo dejar ese rol de la persona, del integrante de una familia cuando me toca contar una historia”.