La boda real entre Enrique y Meghan, se convirtió en el gran evento del sábado 19 de mayo. En un soleado Windsor y entre decenas de rostros famosos, el hijo pequeño de Diana de Gales y Carlos de Inglaterra se casó con la actriz estadounidense en un enlace de película cargado de detalles, música y lágrimas de Doria Ragland, madre de la novia.
Más de 18 millones de británicos siguieron el enlace por televisión que se realizó en la Capilla de San Jorge y cómo los novios paseaban sonrientes por los alrededores de la ciudad. Lo que no pudieron ver fue la parte posterior: la celebración para 600 personas en el mismo castillo y la recepción en la adyacente Frogmore House, una mansión del siglo XVII que acabó la noche entre fuegos artificiales.
La duquesa feminista
Poco después de la boda, la página web que se encarga de la información de la familia real británica publicó un perfil completo de Meghan Markle ya como duquesa de Sussex, donde se reúne información personal, profesional y de carácter filantrópico de la misma.
En ella destaca una frase: “Estoy orgullosa de ser mujer y ser feminista”. Nada extraordinario en el caso de Meghan, que se ha declarado feminista en palabras y gestos en más de una ocasión, pero sí muy reseñable en una institución ciertamente inamovible con cientos de años a sus espaldas.
El coche, personalizado
Los novios abandonaron el castillo en dirección a Frogmore House en un Jaguar de 1968, pero no uno cualquiera. Era descapotable, de color azul y estaba adaptado para que fuera eléctrico; de hecho, era tan moderno que llevaba una tablet en el salpicadero. También llevaba el volante a la izquierda, al revés que los vehículos británicos.
El anillo de Diana en el dedo de Meghan
Para la recepción en Frogmore House, los novios cambiaron sus trajes de día por otros más nocturnos. Así, Enrique llevó traje negro con pajarita, mientras que la novia apostó por un vestido largo en blanco con escolte halter de Stella McCartney y zapatos de Aquazzura a juego, con el detalle de que las suelas estaban pintadas de azul.
Serena Williams
La tenista Serena Williams es muy amiga de Meghan Markle, y acudió a la boda junto a su marido, el empresario Alexis Ohanian, también llevarón a su hija, Alexis Olympia, de nueve meses, como mostraron en sus redes.
Otro epico momento fue cuando la tenista se cambio de vestido para asistir a las recepción y optó por abandonar los tacones y usar unas zapatillas más deportivas, «Me gusta sentirme cómoda en las fiestas de noche«, declaró Serena