La película keniana «Rafiki» fue presentada este miércoles en el Festival de Cannes, en la primera participación del país africano en el certamen.

En su primer largometraje, presentado en la sección Una Cierta Mirada, la directora quería mostrar una historia de amor «vibrante, moderna y cosmopolita», con personajes que van en patinete, llevan ropa deportiva y trenzas de color rosa. «Nuestra ambición es mostrar que África es también alegre y llena de esperanza«, explica.

En «Rafiki», Kena y Ziki, dos estudiantes que viven en casa de sus padres, se conocen, se hacen amigas y acaban queriéndose, en un país donde «las buenas chicas se convierten en buenas esposas» y la homosexualidad es ilegal.

La película incluye una escena de amor «muy medida y enternecedora», en la que las dos protagonistas «no saben lo que hacen, son ingenuas y torpes y ni siquiera se desnudan», destaca la directora.

«Sí, vivimos en una sociedad conservadora«, confirma Kahiu, que estaba de acuerdo en que el film hubiese sido prohibido únicamente a los menores de 18 años.

«Esperamos que un día (la película) regrese» a su país, insiste la realizadora, que podría ir a la cárcel si la cinta se proyectara en territorio keniano.

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